Buñuelos de viento

Lo sé, me despierto tarde. El mundo ha sido inundado de buñuelos y me entero la última. Resulta que es Cuaresma y toca buñuelos, aunque como son de viento valen para todas las fiestas. No asustarse con la cantidad de piezas que salen. Como son de viento, vuelan !IMG_1412Vamos al tema, que esto tiene un cierto intríngulis.

Ingredientes (para 50 buñuelos)

  • 200 gr. de harina
  • 6 huevos medianos
  • 1/2 litro de leche
  • 10 cl. de agua
  • la ralladura de 1 limón
  • 60 gr de mantequilla
  • aceite de oliva suave para freír
  • azúcar para rebozar los buñuelos
  • licor de anís dulce (el del Mono, p.e.)

Bien, empezamos poniendo en un cazo ancho la leche, el agua, la mantequilla y la ralladura de limón. Lo calentamos y en cuanto comience a hervir, echamos de golpe la harina y el pellizco de sal, retiramos un momento del fuego y removemos con energía para mezclarlo (aquí nos vendría bien un brazo fortachón, porque se crea una especie de engrudo que cuesta su trabajillo remover).

Volvemos a ponerlo al fuego suave, removiendo constantemente hasta que se vaya haciendo una masa cada vez más seca, lisa y compacta, que en el mejor de los casos se va separando de las paredes del cazo cada vez más fácilmente. Es como hacer una pasta choux, pero un tanto imperfecta, porque algo de masa se queda en las paredes del cazo. No nos agobiemos, sucede. La cuestión es que la masa quede lo más seca posible. Si se nos hace una bola perfecta, es que somos unos cracks y nos hemos de felicitar!

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Tras el esfuerzo dejamos la masa enfriando en un cuenco grande. Mientras, batimos ligeramente los huevos, se trata de deshacerlos un poquillo.

Cuando la masa esté templada, vertemos parte del huevo batido, con un tenedor intentamos mezclarlo con la masa, si lo vemos complicado, cogemos la batidora y sin ninguna culpabilidad batimos, cuando esté integrado todo, añadimos una segunda tanda de huevo, seguimos batiendo y echamos ya el resto. Batimos hasta que esté todo bien mezclado y se haya convertido en una masa cremosa. Lo tapamos y dejamos que repose una horita mínimo.

Probablemente, en este punto de la receta, os estaréis acordando de mis muertos… peeeero gracias a todo ese esfuerzo que aparenta conducir al desastre, vamos a lograr los buñuelos de viento más esponjosos y ligeros. Tengamos esperanza.

Ahora a freír buñuelos.

Utilizaremos una sartén honda o un cazo en el que poder poner aceite en abundancia (es absolutamente necesario que el aceite cubra la masa a la hora de freír) y lo calentamos. El fuego suave, así la masa se hará por dentro y no se nos achicharrarán por fuera.

Nos ayudamos con dos cucharillas para coger porciones de masa y verterlas en el aceite. Veremos que se hunden y ahí comienza lo bueno. No los volteamos, lo hacen ellos solitos al inflarse. Entonces suben a la superficie y ahí sí, al cabo de un momento los giramos para que acaben de dorarse.

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Los sacamos y dejamos sobre papel absorbente.

Los rociamos ligeramente con el anís, sin pasarnos, lo ideal es hacerlo con un biberón. Por último los rebozamos de azúcar, con delicadeza.

Ahora es cuando las esperanzas de éxito se cumplen. Y los buñuelos empiezan a volar!!!

Son momentos en que cocinar mola mil.

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14 pensamientos en “Buñuelos de viento

    • Como Capitán doy por sentado lo del brazo fortachón, creo que ese Ouzo (ya milenario) merecería ir directo a unos buñuelos y además sería un homenaje a lo p..t..as que lo están pasando los griegos!
      Me gusta verte por aquí! 😉

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  1. Vuelan??? O se quedan adheridos «per secula» a las caderas? No sé, tendré que hacerlos para comprobarlo. Y haré tu receta, por supuesto, que me ha gustado mucho. Espero no llegar a acordarme de tus antepasados, que ninguna culpa tienen de que tu tengas un blog. Un besooooooo

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    • Esto de los buñuelos como solo es un par de veces al año, creo yo que funciona más o menos como aquello de…lo que el viento se llevo, o sea, caderitas bamboleantes un par de días y….aire!

      Procura tener cerquita a algún «boyfriend» en el momento de remover! Mis antepasados te lo agradecerán.
      Besos y abrazos

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  2. Te devuelvo la visita, después del cariñoso comentario que me has dejado en mi blog. Yo también me quedo un ratito por aquí, me gusta mucho lo que veo!!!
    El cacao efectivamente es para espesar el chocolate…soy una chocoadicta declarada jejeje
    Un beeso!!

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  3. Hola Marisa
    Me los llevo of course….pero haré la mitad para no acabar con buñuelitis, espero que no me queden la mitad de buenos, ya te contaré.
    Un besito
    Lourdes

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