Un par de semanas sin escribir y parece que la inspiración es reacia a aparecer. He cocinado mucho y he dado la tabarra a mi familia con el asunto de fotografiar los platos… pero editar recetas en época de vacaciones, con todo el mundo por casa, eso es otro cantar. Las vacaciones son fantásticas pero agotadoras, aunque mola el buen humor general, el cambiar de aires, el descansar de ordenador y otros dispositivos, por obligación ehh! que según donde vayas no hay internet o los planes diferentes no dejan respiro para conectarse. Y cuando en la cocina tratas de estar lo menos posible… el recurso son los clásicos y las recetas de sota-caballo-rey, más o menos como la de hoy, que vale tanto para el verano como para el invierno.

Ingredientes

• pechuga de pollo en filetes finos (de 1 pechuga suelen salir 4 filetitos)
• lonchas finas de jamón ibérico
• lonchas de queso havarti o cheddar
• hojas de albahaca fresca
• palillos para sujetar los rollitos

para el rebozado:

• huevo batido
• pan rallado (el ideal es «Quely» picada, no se requema al freír)
• aceite de oliva suave para freír

para acompañar:

…Pues una ensalada de lechuga romana y tomatitos.

Esta receta es como una sesión de manualidades, se trata de coger un filetito de pollo, extenderlo y sobre él colocar una loncha de jamón ibérico. Sobre el jamón colocamos una loncha de queso, y sobre él una hoja grande de albahaca fresca. Aquí la lógica nos indicará cuanta cantidad de cada elemento del relleno hay que poner… si las lonchas de jamón o las de queso son enormes, pues las adaptamos al tamaño del filete de pollo, así el enrollar será fácil.

Enrollamos y sujetamos atravesando el palillo por el centro del rollito. Pasamos cada uno de ellos por huevo batido y después por el pan rallado, aquí no hay que ser rata con el pan, que quede bien rebozado, de esta manera al freír no se saldrá apenas el queso, que se estará fundiendo con el calor del aceite.

Ya sólo queda calentar el aceite, conviene poner bastante así se fríen mejor los rollitos. Antes de echarlos a la sartén los sacudimos ligeramente para quitar el exceso de pan rallado. Cuando estén dorados por todos los lados, los sacamos y los dejamos sobre papel absorbente para que escurran el aceite.

Calentitos están muy ricos, pero en frío pasan la prueba divinamente!