Confieso desde ya que esta receta está dirigida a principiantes que quieren evitar a toda costa meterse en la cocina, sacar una sartén y freír «carne rebozada». Los motivos de esa aversión son varios, por ejemplo: los fritos horrorizan a muchas personas, ensuciar la cocina más de la cuenta quita las ganas, el gastazo de aceite desanima, las salpicaduras duelen… pero sacarlos de nuestra vida da mucha penica!
Solución: al horno y te ahorras todo lo anterior. Ingredientes (no pongo cantidades, porque confío en el sentido común de quien lea la receta)
- filetes de lomo ibérico adobado
- harina
- huevo batido
- pan rallado (o harina de galleta Quelys, que queda estupenda)
- queso emmental rallado
- limón en rodajas finas (1 por cada filete)
- mantequilla en trocitos pequeños (3 trocitos por cada filete)
- papel de horno
En una bandeja de horno ponemos el papel. En un plato mezclamos el pan rallado con el queso, siempre más pan que queso. En otro plato, la harina. Y en otro, el huevo batido.
Tengamos preparado el limón cortado en rodajas y con un trocito de mantequilla en cada una, que ya se los pondremos cuando salgan del horno los filetes empanados.
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Y ya sin más, pasamos cada filete por harina, después por el huevo batido y por último por el pan y queso rallados. Los vamos colocando sobre el papel de la bandeja, con otro trocito de mantequilla debajo de cada filete. Cuando estén todos instalados en su sitio, ponemos el tercer trocito de mantequilla sobre cada uno.
Los metemos en la parte media del horno, en principio en 10 minutos están listos… pero cada uno conocemos el nivel de calentón que tiene nuestro amigo (a veces enemigo!) el horno. Aquí los principiantes tienen que comenzar a practicar el ojo clínico!
La cosa es, que el queso rallado se derrita y el pan se dore, la mantequilla… esa, se derrite seguro, y el lomo al ser adobado no tarda mucho en hacerse.
En cuanto salgan del horno les colocamos encima las rodajas de limón con mantequilla que teníamos preparados.
Y a la mesa.
Ep! no tiramos el papel de horno, que todavía puede hacernos un último servicio si nos sobra algún filete, ya que llegado el caso, los envolvemos en el mismo papel y guardamos en la nevera. Para recalentarlos, tal cual envueltos, 1 minuto en el microondas a 800w, que quedan perfectos. No sé por qué, pero el papel de horno en el microondas se convierte en un héroe del calentamiento rápido.
Para los que no pueden soportar los platos de carne rebozada sin acompañamiento, una ensalada de tomatitos cherry aliñados con aceite, sal, pimienta y tomillo seco… les lucirá.
Que pinta más buena!! no se habría ocurrido hacer el lomo así, ¡¡y me encanta!! es una manera distinta de comerlo, no siempre a la plancha que ya llega un momento que aburre.
Un besito
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Da un resultado casi festivo!! Besitos 😉
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Te voy a hacer un monumento. Bueno, y eso que el vikingo aún no ha visto esto. Yo me niego a freír, por la seguridad de todos, y el horno… que te voy a contar, cada tres días lo tengo a todo trapo, no se me ocurrió meter un rebozado dentro pero visto que funciona…
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Funciona de maravilla y es una forma de decir adéu a los fritos!
😉
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Jamía, cómo te luces!!! Ana te pone un monumento y yo otro si hace falta, mis chicos no han visto la receta que si no ya los tendría vitoreándome para hacerla, jajajaja, y yo me dejo, por qué no 😉
Besos
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Los vítores siempre hay que recogerlos sin modestia, que nos lo curramos siempre todo y se agradecen! 😉
Bss 🙂
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Wowwwwwwww! Me parece una idea estupendísima. Lo del sentido común en las cantidades… Yo en este momento preparaba más o menos un palet!
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Hahaha! 🙂 Ahí veo un hombre con hambre!! 😉
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