Una preparación básica para rellenar masas dulces. Para dar empaque a los tortells, a los bollos o a todo aquello que sea factible rellenar. Nos va a venir muy bien cuando nos metamos de lleno a hacer roscones navideños. No se trata del mazapán duro para hacer figuritas, no; es esa mezcla que resulta un tanto explosiva para las dietas pero que te hace pensar: a la porra! por un día me doy el gusto.

No es que me guste publicar maldades, pero admito que esta receta es una tentación un pelín malvada, en tiempos en que se supone que debemos cuidarnos más que las flores de invernadero.

Ingredientes (para por ej.:1 roscón para 8 personas)

• 150 gr de almendra molida (si es recién molida, mucho mejor!)
• 150 gr de azúcar
• 1 clara de huevo pequeño

En un cuenco amplio mezclamos la almendra, el azúcar y la clara. Removemos con la mano para que se vayan mezclando, empezamos a compactar y a amasar. La almendra irá soltando su aceite (la recién molida es la que hace notar más ese aceite) y eso nos permitirá conseguir una masa, primero pegajosa y luego un poco más manejable. Una vez mezclado, hacemos una bola.Ahora con las manos convertimos en rulo la masa y la envolvemos en papel film y acabamos de darle forma. Lo guardamos en la nevera hasta el momento de su utilización. Cuando lo necesitemos, lo dejaremos un rato a temperatura ambiente para poder manejarlo mejor.

En función de la cantidad que necesitemos, ya lo veis, solo hay que mantener la ley de igual cantidad de almendra y de azúcar, y la clara de huevo un poco más grande y sanseacabó! Otra ventaja es la duración del mazapán en la nevera, tranquilamente 3 semanas. Siempre listo para utilizar.