Una receta golosona, por lo tanto los que estén a dieta abstenerse de seguir leyendo. En breves momentos comprobaremos lo fácil que puede ser el pecar. Por qué será que todo lo que lleva grasitas está tan rico? Venga! sin pensarlo más… directos al azúcar.Ingredientes
- láminas de masa o pasta filo (la encontraremos en el supermercado)
- 1 rulo de mazapán casero, superfácil de hacer, pinchando AQUÍ encontraréis la fórmula.
- mantequilla derretida casi líquida, para pincelar las láminas de masa filo
- 1 huevo batido para pincelar el tortell
- azúcar glas para espolvorear
- papel de horno
Lo primero de todo es derretir la mantequilla hasta dejarla prácticamente líquida, lo podemos hacer en el microondas, vigilando!
Sacamos del paquete las láminas de pasta filo y las tapamos con un paño húmedo, para evitar que se cuarteen (es una masa muy delicada y se reseca enseguida).
En una bandeja de horno colocamos el papel.
Empezamos a pincelar con la mantequilla líquida la primera lámina de masa filo, tenemos que procurar que quede completamente pringadita por ambas caras para que no se rompa.
Colocamos otra lámina sobre la anterior y la pincelamos. Esta vez es suficiente por una cara, al superponerla a la anterior ya se unta ella solita por esa cara. Ya van dos!, ahora la tercera, repetimos la operación.
Ahora viene el momento de instalar el rulo de mazapán. Podemos hacerlo finito para no tener cargo de conciencia de estar preparando una bomba… calórica.
Ponemos el rulo de mazapán en el extremo más ancho de las láminas y comenzamos a enrollar, si es necesario untamos con un poco más de mantequilla el borde final para que no se desenrolle.
Damos forma de tortell y juntamos los extremos aplastando un poco para que se unan. Lo colocamos en la bandeja sobre el papel de horno. Pincelamos la superficie con huevo batido y lo metemos en el horno precalentado a 180º durante unos 4 ó 5 minutos… esto dependerá de cada horno, lo mejor es vigilar y cuando lo veamos dorado lo sacamos.
Espolvoreamos azúcar glas por encima… y en un par de minutos tendrán que sujetarnos para no lanzarnos sobre el tortell.
El mazapán estará blandito y algo cremoso y la masa filo crujiente… muy pecaminosa, ya lo he advertido!
La masa filo es un poquito puñetera la primera vez que la utilizas, es posible que alguna lámina se nos rompa, nooo pasa nada, al untarla con la mantequilla podemos recomponerla y unir los trozos, queda mas feúcha pero aprovechable. Eso sí, procuraremos que la lámina exterior esté enterita. Es cosa de practicar!
Y tu has pensado que si lo compartes engordamos todos y tan felices!!! eeeehhhh!!! y ahora cómo me resisto yo a esto? con las ganas de comer dulce que tengo esta semana, que entre frenadoles y pañuelicos la sopa me sabe a poco, jajajajaja.
Besos
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Hay jueves en que me levanto con espíritu malvado, mwuhahahwha!
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La masa filo y yo tenemos una relación… digamos… un poco tensa. Ella dice que soy bruta y no tengo paciencia, y yo opino que es una cerda y que se rompe a propósito. Y así andamos. La compro a veces, no creas, discutimos, ella acaba en el horno y fin de la historia. El mazapán es otro nivel. Es el único dulce navideño que me gusta…
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Admito que la filo es un tanto puñetera… pero la humedad la deja como a Dorothy Parker después de tres Martinis!;)
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Ohhhh que bueno!!!
Esto no lo había visto yo! Pues casi que te lo robo 😉 que me encanta!
Un petó
Blanca
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Pero … 😉 no me culpes del kilillo de más!!
Petonets 🙂
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