Hablando de una y mil cosas con mi hijo mediano, me preguntó si sabía cuál era la receta más buscada en internet. Y sí, resulta que es la del cheescake! O sea que el mundo entero bebe los vientos por la tarta de queso en toditas sus modalidades. Empiezas por la superclásica, la de base de galleta tipo Digestive para sustituir las Graham craker, por cierto que su origen está en el pan Graham . Si habéis pinchado en el enlace ya os imagináis que las podríamos hacer en casa! Confieso que no tengo intención de meter las manos en esa masa… así sin excusas, es vaguería. Pero si que meteré las manos en la masa del flaó, porque es una tarta de queso fiestera, refrescante, salerosa, que sorprende en las reuniones multitudinarias porque… es para días en los que quieres dar de comer a un buen puñado de gente!… no os la hagáis para pecar en solitario, es para compartir con muchos. Cuando veáis los ingredientes y sus cantidades lo calaréis!

Ingredientes (para un porrón de gente!) un molde de 23 cm ∅ de base

Para la masa de la base:

• 250 gr de harina de repostería (harina floja)
• 30 gr de azúcar
• 1 huevo batido
• medio tapón de anís dulce (del Mono, por ej.)
• 1 cucharadita de anís verde (matalafuga)
• la ralladura de 1 limón
• 1 cucharadita de aceite de oliva
• 30 gr de manteca de cerdo
• 1 pellizco de sal

Para el relleno:

• 500 gr de queso de Burgos (sin sal, los de la marca Burgo de Arias los tienen y los de Garcia Baquero también) desmenuzado
• 250 gr de azúcar
• 4 huevos
• 2 cucharadas soperas de hojas de hierbabuena fresca y picadas a cuchillo
• azúcar normal para espolvorear una vez sacado el pastel del horno
• hojas enteras de hierbabuena para decorar

La masa: en un cuenco amplio mezclamos los ingredientes de la masa, reservando unos 5o gr de harina, que añadiremos poco a poco si es que vemos que la masa no acaba de ligarse bien. Amasamos hasta que todo se integre bien. La estiramos con un rodillo.

Engrasamos el molde con la manteca de cerdo e instalamos la masa, que es manejable como la plastilina, aunque se nos rompa al colocarla podremos unirla en plan manualidades de parvulitos. Lo guardamos en la nevera mientras preparamos el relleno.

El relleno: mezclamos los huevos con el azúcar, batiendo bien con las varillas eléctricas. Incorporamos el queso desmenuzado y mezclamos bien bien bien. Por último añadimos la hierbabuena y con una cuchara de madera o una espátula removemos, no usamos la batidora porque entonces el relleno se quedaría de color verde raro.

Precalentamos el horno a 180º

Sacamos el molde de la nevera, volcamos el relleno sobre la masa y lo horneamos 45 minutos, a 180º. Tiene que quedar cuajado y… dorado a tope! Aquí sufriremos un poco de estrés, porque nos parecerá que se está quemando un poco.

Lo sacamos y dejamos que se enfríe.

Espolvoreamos bien con azúcar y le plantamos unas cuantas hojas de hierbabuena para hacer bonito.

Si queremos desmoldarlo… cuidadín, hay que ser habilidoso. Si nos entra el miedito ante ese paso pues lo dejamos en el molde que nadie se rasgará las vestiduras por sacarlo a la mesa de esa guisa, el pastel impresionará con o sin molde.

Y ya tenemos flaó para un regimiento que se quedará encantado con el saborcito refrescante de la hierbabuena y con la panza contenta.

No puedo dejar de mencionar a MªJose del blog Ditifet, una chica de Ibiza muy encantadora! ella es quién me descubrió esta tarta de queso tan chula. Su blog es muy recomendable, tiene recetas muy bonitas, pinchando en el enlace lo descubriréis.