Ablandar, marinar, empanar y hornear. De freír ni hablar, puestos a a ser carnívoros por lo menos limpiemos algo la conciencia y digamos un «hasta luego» a la fritanga.
Ingredientes (depende del núm. de chuletas el sentido común nos dictará las cantidades a emplear)
- chuletas de cerdo, limpias de la grasa del borde.
- un poco de leche
- harina
- pan rallado
- queso parmesano rallado
- tomillo fresco o seco
- orégano seco
- salvia fresca, troceada
- ralladura de piel de limón
- huevo batido
- un poco de aceite o mantequilla
- El zumo de medio limón
Lo primero de todo será ablandar la carne dandole unos cuantos golpes (p.e. con la mano del mortero) para romper un poco las fibras y que luego en el horno se hagan con más comodidad y rapidez.
Después de la paliza que les hemos metido las compensamos con un baño de leche y así se limpiarán.
Mientras están en modo Popea , en otro recipiente mezclamos el pan rallado con el queso, las hierbas y la cáscara rallada de limón. Lo tapamos.
Batimos los huevos.
Colocamos papel de horno en una bandeja, lo engrasamos rociándolo con unos hilíllos de aceite.
Sacamos las chuletas del remojo y las secamos bien con papel absorbente, asegurándonos que no queden restos de hueso por la superficie de la carne. A veces al cortar las chuletas saltan esquirlas y se quedan donde no deben.
Pasamos cada chuleta por harina, después por el huevo batido y luego por el pan rallado aromatizado con las hierbas y el queso.
Las vamos colocando en la bandeja de horno que teníamos preparada.
Echamos un poco de aceite o un trocito de mantequilla por encima de cada chuleta y las metemos al horno precalentado a 180º, calor arriba y abajo. Cuando hayan pasado unos 15 minutos, sacamos la bandeja, damos la vuelta a las chuletas y las volvemos a meter en el horno 5 minutos más, que el pan rallado se acabe de dorar.
Los tiempos dependerán de cada horno, unos son más fieros que otros! Otro recurso es darle caña al gratinador en el último momento, pero cuidadín, que la carne ha de quedar jugosa, no juguemos con fuego!!
Antes de servirlas les ponemos un poco de zumo de limón a cada una; sin pasarse, no se trata de encharcarlas en limón.
Y a partir de aquí entraríamos en el mundillo de los acompañamientos vegetales. Al gusto de cada uno. Eso para tranquilizar conciencias, porque en algunos sitios de Italia te lo acompañan con… pan tostado rociado de aceite de oliva virgen extra, por si te quedas con ganas de más pan!
Muy buena idea, una delicia a tener en cuenta, no compro muhco las chuletas porque me cansan de hacerlas siempre igual, esta receta es un plus.
Besos y buena receta. Feliz finde
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Espero que si te animas… haya plena satisfacción! 😉
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Vaya pintaza que tienen las chuletitas… gracias por la receta en cuanto me anime aviso.
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Espero impaciente el aviso! 😉
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mmmm aquí una fan nº1 de los rebozados al horno! Y esa mezcla del pan rallado suena estupendo.
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Y cuando cruje… es rock&roll !!
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Hacía tiempo que no pasaba por aquí, y es entrar, ver estas chuletas y empezar a salivar. No se qué tendrá el empanado -del tipo que sea- que me vuelve loco. Si encima el empanado es original, si la carne antes la ablandamos y marinamos y si encima las hacemos al horno para preservar nuestra conciencia -y nuestra salud- solo me queda decir que me mandes tres o cuatro tuppers hasta arriba que yo sabré bien qué hacer con ellas.
Genial!
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Hola Alberto! alegra mucho verte otra vez por aquí y saber que… has salivado, enloquecido y preservado la conciencia y un poco la salud. Y todo gracias al empanado, que como a ti, también nos hace salivar, enloquecer, preservar la conciencia y algo la salud. Aúpa las fórmulas del empanado de chuletas! Welcome to the club!
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