Ensalada para ir preparando la llegada de la primavera. Para que la lechuga invada nuestras vidas. Para dar a los espárragos la oportunidad de lucirse. Para demostrar maestría haciendo un huevo mollet. Para sentir que comemos sanote y para añadir una ensalada más a nuestro repertorio.

Ingredientes (para 2 personas)

• 1 huevo (importante: a temperatura ambiente)
• 10 espárragos verdes finitos
• 1 cogollo o unas cuantas hojas de lechuga romana
• 1 cucharada de perejil picado
• 6 trocitos de queso feta (o «Philadelphia»)
• semillas de cilantro recién molidas
• sal y pimienta

Para el aliño:

• 1 cucharada de aceto balsámico
• el zumo de medio limón pequeño
• 1 cucharada de miel
• 1 cucharada de aceite de oliva virgen

Lavamos bien los espárragos. Cogemos cada espárrago por los extremos y lo doblamos hasta que se tronche él solito, la parte a utilizar es la que tiene la yema, la otra mitad la desechamos. A continuación los cortamos en trozos de unos 2 cm. Reservamos. No es necesario hervirlos, pero si les queremos subir la tonalidad verde podemos darles un ligerísimo hervor durante 30 segundos, los sacamos e inmediatamente los refrescamos con agua fría, escurrimos y reservamos.

Picamos el perejil.

La lechuga la troceamos y la colocamos en un plato. Añadimos los espárragos, los trocitos de queso y el perejil. Salpimentamos.

El aliño: mezclamos los ingredientes, batimos con un tenedor para emulsionar. Reservamos.

Ahora el huevo.

Preparamos un recipiente con agua fría y un par de cubitos de hielo. Reservamos.

Ponemos un cazo con agua, la llevamos a ebullición. Introducimos el huevo ayudándonos de una cuchara. Dejamos que cueza exactamente 5 minutos de reloj (consejo: un temporizador sí o sí). Lo sacamos e introducimos en el recipiente de agua helada que teníamos reservado, así paramos la cocción sin contemplaciones. Le quitamos la cáscara con cuidado, aquí ya notaremos lo del mollet: que la clara estará blandita pero cuajada y la yema cremosa tirando a líquida.

Con un cuchillo afilado, partimos el huevo por la mitad y lo colocamos rápidamente encima de la ensalada. Espolvoreamos el cilantro recién molido. Listo!

Y ahora, cada uno que ponga el aliño a su gusto.

Se tarda más en escribir la explicación que en hacer la ensalada. Palabrita!

Ensaladear mola mil!