De entrada pueden parecer rollitos de primavera, pero no lo son. Están más cerca del gusto occidental que del oriental. Fue un descubrimiento muy agradable la textura que tienen las obleas de papel de arroz, y su aspecto me ha sugerido el de una blusa. Hoy las haremos rellenas con carne, pero merecerá la pena darles más usos. Habrá que buscar inspiración en la cocina oriental y… en el prêt-a-porter.

Ingredientes (para unos 8 ó 10 rollitos)

• 1 bolsa de verduras cortadas en juliana y lavadas (cebolla, zanahoria, col, apio…)
• 400 grs. de carne de ternera picada
• obleas de papel de arroz (parecidas a las de los rollitos de primavera)
• 1 cucharadita de salsa de soja
• aceite

Para la salsa

• 1 cucharada de miel
• 1 cucharada de vinagre de vino tinto
• 1 cucharada de salsa de soja
• 1 y1/2 cucharadas de Ketchup

La salsa se prepara rápido. Sólo hay que mezclar todos los ingredientes, con un tenedor los batimos para que quede homogénea. Reservamos.

El relleno de los rollitos. Ahí va.

En una sartén ponemos aceite y freímos la carne picada hasta que esté doradita, salpimentamos y reservamos.

Salteamos las verduras con poco aceite, interesa que queden al dente.

Mezclamos la carne y las verduras. Echamos una cucharadita de salsa de soja, removemos. Dejamos que se vayan enfriando.

Mientras tanto hidratamos las obleas de papel de arroz. Ponemos agua templada en un plato llano, y una a una las vamos introduciendo en el agua, veremos que se ablandan muy rápido, así que cuando estén algo transparentes y manejables las sacamos (repito: esto va rápido, no las hemos de dejar más de la cuenta, se romperían) y las depositamos sobre un mantel limpio, bien extendidas.

Ahora, en cada oblea, ponemos dos cucharadas de relleno (más o menos), procurando colocarlo cerca del borde de la oblea por el que empezaremos a enrollar, pero sólo una vuelta. Procuraremos que quede apretadito, después plegamos los lados hacia dentro y continuamos enrollando (para que nos hagamos una idea, han de quedar como los rollitos de primavera). Las obleas aunque son finas, cuando han sido correctamente hidratadas, son resistentes y agradables de manipular.

Hasta aquí podemos tenerlo preparado con antelación y dejarlos en la nevera hasta la hora de freírlos en la sartén.

A la hora de freír, ponemos bastante aceite en una sartén pequeña, cuando esté bien caliente vamos metiendo los rollitos de dos en dos y les damos rápido la vuelta, porque enseguida se inflan -hacen como pompas- y podrían romperse, con la consiguiente salpicadura de aceite (en plan huevo frito, así que: cuidadín!). Seguimos dándoles vueltas para que se doren un poco. Los sacamos y los dejamos sobre papel absorbente. Listos para comer!

La salsa la ponemos aparte. Habrá quien quiera echarla por encima del rollito o ir mojando  trocitos. Eso a gustos!