Rosquillas con glaseado de huevo y aroma de limón

Si tuviera el ego un poco más subido las llamaría rosquillas de Alcalá, pero no me atrevo, porque siempre he creído que eran de la pastelería Mallorca de Madrid, y no tenía ni idea que eran típicas de Alcalá de Henares y la verdad es que las de allí no las he probado… mea culpa, incultura golosa. La cuestión es que estas dulces y calóricas rosquillas me encantaban y tenía ganas de hacerlas, porque el viajecito a Madrid para comprarlas acabarían por ponerlas a un precio desorbitado!

IMG_5062 Ingredientes (para 10 rosquillas)

Para hacer las rosquillas

  • 2 láminas de masa de hojaldre (en mi caso eran con mantequilla -de Lidl-, la única pega: que es redonda)

Para el glaseado de huevo

  • 5 yemas de huevo
  • 240 gr. de azúcar normal
  • 80 gr. de agua

Para el glaseado blanco

  • 200 gr. de azúcar glas
  • 35 gr. de agua
  • 1 chorrito de zumo de limón (o sea, 1 cucharada sopera aprox.)

Desenrollamos las láminas y ponemos una encima de la otra. No hace falta pasar el rodillo de cocina. Queremos que luego suban bien en el horno.

Con un aro redondo de emplatar (el mío es de 7 cm) o un corta-pastas cortamos círculos y con uno más pequeño (p.ej.: la parte redondita de una boquilla para manga pastelera) hacemos el agujero central. Si no tenemos ni aro ni corta-pastas ni ná… pues un vaso puede servir, eso sí necesitaremos un cuchillo de punta para ayudar a la masa a salir del lío, porque fijo que se nos quedará atrapada en el borde del vaso, eso es así. Y para el agujero del centro, con una moneda limpita podemos marcar el círculo y luego cortar con el cuchillo.  Y para la próxima… por favor, con aro y boquilla!! que no nos arruinaremos por comprarlos.

Bueno, pues vamos colocándolas sobre una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado. Las metemos un ratito (10 minutos son suficientes) en la nevera  para que la masa recobre el frío.

Precalentamos el horno a 200º, calor arriba y abajo, y mejor sin aire.

Horneamos las rosquillas durante 12 ó 15 min. y vigilando!, cuando estén ligerísimamente doradas las sacamos. Las pasamos a una rejilla.

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Mientras las rosquillas van templándose, preparamos el primer glaseado, el de huevo.

En un cazo ponemos el agua y el azúcar normal, lo llevamos al fuego, removemos con una cuchara de madera y hacemos un almíbar a punto de hilo… Y cómo sabemos cuándo está? Pues cuando al remover levantamos la cuchara y parece como si un hilo la uniera al contenido del cazo. En ese momento lo retiramos del fuego y esperamos a que se enfríe un poco… Cuánto? Tanto como para poder meter el dedo y no abrasarnos, aquí por favor, sentido común.

En un cuenco removemos con cuidado las yemas, no las batimos, queremos que conserven el color amarillo. Cuando el almíbar esté templado, añadimos al cazo las yemas, con cuidado le damos unas vueltas. Lo llevamos al fuego suave removiendo sin violencia 4 ó 5 minutos para que se espese. Quedará como una crema.

Ahora bañamos las rosquillas en el glaseado de huevo, unas pinzas de cocina nos vendrán bien para esta operación, pero no apretéis mucho para no espachurrar el hojaldre. Las vamos poniendo sobre una rejilla y las dejamos en paz una hora por lo menos, para que se vaya solidificando el glaseado.

Preparamos el glaseado de azúcar. En un cuenco ponemos el azúcar glas, el agua y el zumo de limón y con unas varillas manuales lo mezclamos con energía. Y listo para bañar las rosquillas en esta mezcla.

Ahora con las manos cogemos las rosquillas y las pasamos por el glaseado de azúcar y las vamos poniendo en una rejilla con un plato debajo para que escurran.

Aunque sea difícil resistir la tentación de probarlas al cabo de un rato (bueno, al menos una para saber lo que nos esperará el dia siguiente), lo mejor es dejarlas reposar 24 horas en que estarán completamente sólidos los glaseados… y crujientitos.

IMG_5086Y este cachito es para mi?? se preguntaba «Martina»…

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8 pensamientos en “Rosquillas con glaseado de huevo y aroma de limón

  1. Oh, Martina!! qué linda!
    Pues otra que no sabe que son típicas de Alcalá de Henares, pero lo arreglaste muy bien, jajaja, ahora si quiero probarlas ya sé que hacer, o cuando vaya a Madrid o esta recetica en casa que pinta mejor.
    Besos

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    • Caty, no sé cómo serán las de Alcalá auténticas… pero estas de aroma de limón es que no paro de hacerlas para regalitos y compromisos y quedó la mar de bien. La Martina un día de estos se tira en plancha sobre las rosquillas… me lo estoy temiendo!
      😉 Petons

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  2. La madre que te parió Marisa! Qué cosa tan rica, tan fácil y tan pecadora! Cómo nos haces esto en vísperas de Navidad? Que voy a Madrid de vacaciones y mi madre me espera en plan amenaza fantasma para cebarme y devolveme a USA rodando en enero! Pues que sepa usté que las hago este mismo fin de semana. Lo único malo es que aquí no tenemos hojaldre de Lidl que es imi favorito. Ni siquiera hay hojaldre refrigerado, todos son congelados y para mi gusto no quedan tan bien. Pero bueno, haré lo que pueda. Una cosa necesito aclarar, es primero el glaseado de yema y luego sobre éste, el de azúcar? O son unas de yema y otras de azúcar? Yo he entendido lo primero pero hoy hace un poco de rasca aquí (18 grados es un frío pelón en Texas) y me estoy tomando un vino (en realidad dos) para entrar en calor según leo mis blogs favoritos, y todo puede ser que se me haya nublado un poco el entendimiento…

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    • Hola, como el vino te ha nublado un pelín la mente, cosa que resulta la mar de agradable y te veo así como desinhibída, te aclaro que: primero el glaseado de huevito y cuando está sólido … al baño otra vez, pero ahora de glaseado blanco, el de azúcar glas.
      Si las haces, el vinito es mejor tomarlo después!
      Si solo encuentras congelado mi consejo es que una vez descongelado pinceles con mantequilla las láminas, probablemente mejore un poquitillo. Y si te quieres liar, en FB he puesto un Cookbooth de Sergi Ferrer en que hace un hojaldre invertido que es un recetón… para gente con una pizca de paciencia, pero con la ventaja que es 100 por 100 congelable y de total confianza.
      Lo he hecho (y sin máquinas) y es muy bueno! Eso si, creo que en uno de los plegados empecé a jurar en hebreo poseída por el demonio de la impaciencia.

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  3. Holaaaaa Marisa!!
    Antes de empezar, qué hartón de reír me he pegado con el comentario de Bea, jajajaja!
    Bien, estas rosquillas tienen tela, tela! Y se hacen con dos simples láminas de hojaldre? Flipante!
    Me han encantado, lo malo es el rato de espera impaciente pero…qué se le va a hacer.
    Un beso

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