Ensaimadas

Atreveos con estas ensaimadas, que es toda una experiencia. Trasladas tu cocina por unas horas al corazoncito de las Islas Baleares. Os podría hacer un relato histórico sobre las ensaimadas, pero hay un Google que nos da toda la información que queramos sobre ellas. La receta es de MªJose, del blog Ditifet, si os paseáis por él veréis que es de una ibicenca enamoradísima de la cocina de esa tierra. Y por mi parte os confirmo que la receta se ajusta mucho a las expectativas de conseguir unas ensaimadas la mar de ricas.

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Ingredientes ( para 7 u 8 piezas)

  • 400 gr de harina de fuerza
  • 15 gr de levadura fresca (la venden en el super, marcas Levital o Levanova)
  • 120 gr de azúcar
  • 150 ml de agua (mineral)
  • 1 huevo
  • manteca de cerdo a temperatura ambiente, 3 ó 4 cucharadas, pero conviene tener más a mano, por si acaso.
  • azúcar glas para espolvorear al final

Templamos un poco el agua y desleímos en ella la levadura.

En un cuenco amplio ponemos la harina mezclada con el azúcar; hacemos un hueco en el centro e incorporamos el agua con la levadura y el huevo. Comenzamos a amasar hasta que se nos cansen los bracitos, por lo menos 20 minutos. Tiene que quedar todo muy bien mezclado. Hacemos una bola con la masa y la metemos en un recipiente hondo previamente aceitado. Dejamos que leve en un lugar cálido y sin corrientes de aire. el levado por lo menos será de 2 horitas bien buenas, hasta que doble el volumen.

Una vez finalizado ese primer levado, cogemos la masa y le damos un ligerísimo amasado, para quitarle un poco de gas.

Ahora hay que preparar el terreno. Despejamos al máximo la mesa de trabajo, hay que tener espacio para poder estirar la masa de cada porción… no os saltéis esta recomendación porque una vez que empecemos con el pringuecito no tiene gracia tener que empezar a quitar cosas de enmedio (pongo enlace para los puristas de los adverbios y las preposiciones!)

Con un cuchillo afilado dividimos la masa en 7 u 8 porciones.  Cogemos cada porción y las «sobamos con los puños» al estilo panadero -ésta acción se denomina «heñir» – luego las estiramos con un rodillo todo lo que podamos, haciendo un rectángulo lo más largo posible. Y ahora entra en acción… la manteca de cerdo!  Llega el momento de pringarse las manos.

Con las manos untamos cada una de las porciones estiradas con una buena capa de manteca de cerdo y aprovechamos a seguir estirando la masa a mano,  tratando de hacer el rectángulo más ancho y que la masa vaya quedando como una telilla fina, si hemos logrado esto… somos unos cracks, de hacer falta más manteca de cerdo la añadimos (cuanto más estiremos la masa sin romperla, más hojaldrada quedará la ensaimada).

Ahora enrollamos la masa haciendo un rulo, pero empezando por un extremo del rectángulo, de esta forma casi sin darnos cuenta se nos va convirtiendo en un triángulo  (probablemente imperfecto, eso de la perfección llega con la práctica). A ver, aquí hay que estirar y enrollar, estirar y enrollar, estirar y enrollar… sin estresarse. La primera igual no la dominamos, pero la siguiente será más fácil. Dejamos que los rulos descansen unos 30 minutos.

Colocamos papel de horno sobre las bandejas que usaremos para hornear.

Ahora vamos cogiendo los rulos y los estiramos con las manos,  para hacerlos más largos, como si fueran longanizas.

Sobre el papel de horno formamos espirales con la masa, dejando espacio entre las curvas de la espiral, esto es importante porque aún les queda otro levado y no queremos que la masa se monte y no crezca correctamente.

Las guardamos en un lugar protegido de corrientes… por ejemplo en el horno (sin encender!!!) y para que haya algo de humedad ponemos un recipiente con agua en la parte de abajo del horno. Y ¿cuánto tiempo las tenemos levando?… toooda la noche! Es un levado lento para que las ensaimadas queden bien. Esto es así, no hay opción de acelerar el proceso.

En la foto, las ensaimadas después de pasar una noche en el calabozo, upss!, horno quiero decir:

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Por la mañana, las sacamos del horno, quitamos el recipiente de agua, y calentamos el horno a 200º. Las metemos y las horneamos durante unos 12 minutos, y podemos embelesarnos mirando como crecen y se doran en el horno.

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Cuando estén las trasladamos a una rejilla para que se enfríen, entonces las espolvoreamos con el azúcar glas…

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Y ya está. Sólo queda abalanzarnos sobre ellas como buenos golosones que somos!

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11 pensamientos en “Ensaimadas

  1. Vaya pintaza. Las ensaimadas es una de esas cosas que me generan desazón, porque me enamoran, pero casi siempre vienen rellenas de cabello de ángel y yo, soy alérgica a la puñetera calabaza. Hacerlas en casa es una idea que me rondaba desde hacía tiempo…

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  2. Bueno, bueno, me has leído el pensamiento, hace unas semanas que las vi y ya las tengo apuntadas en el cerebro, machaconamente me vienen a la memoria, así que de esta no pasa. Este fin de semana las hago, me tienen que matar. Te enlazaré para que vean las segundas originales, ya que oy de cabeza al blog de esa menorquina que debe tener unas cosas de morirse de ricas. Cuando estuve estudiando en. Arce,ona una compañera de la residencia era de Mahón y me enseñaba algunas recetas deliciosas, no faltaban sus cocas, las familiares, los licores, los postres. En fin, que tengo buenas razones para entrar de lleno en estas recetas tradicionales de esas maravillosas islas. En fin. Te ha quedado divina, espero que no me resulte demasiado difícil hacerla. Creo que ahora tengo de todo menos la manteca de cerdo, que le pondré remedio rápido.
    Ya te contaré. Con que esté la mitad de buena que la tuya me conformo. Besos grandes.

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