Cómo andamos de trapos? De trapos de cocina claro, no podía ser de otra cosa! Es un tema a veces pasado por alto, pero a qué en cualquier cocina están presentes? Pues hoy va de trapos. Es verdad que podemos limitarnos a los clásicos de Ikea, que son invasión, los de cuadros, rayas en blanco y azul. Y son fotogénicos, no se puede negar. Esto lo digo en clave blogueril, pero hay más vida aparte de ellos, eludiendo los de textura toalla en general feítos, hay cosas por el mundo la mar de monas y puesto que son para secarnos las manitas o agarrar las asas ardientes de una cazuela… pues mejor que sean bonicos.
Estos son de Oh, little rabitt
Y estos de Madder Root
Venga, a sacar los trapos… limpios!
Madre mía! Tengo que decir que siento escrúpulos de pagar más de 3 euros por un trapito, por mono que sea, y por escondido que lo guarde en una caja en las profundidades de la casa para que nadie seque una miserable gotita de agua con él… pero son taaaaaaaaaaaaaaaaan monos.
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Es verdad que da cosica gastar pasta en trapos, pero a veces uno se rinde ante la éstetica antes que a la ética! Es la naturaleza débil de los humanos.
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Eowwww que bien me viene!!!! jopètas… tiré el otro día chorromil, que de liompios tenían bien poco…
Gracias Marisa!!!!
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A disposar!!
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