El trinxat se puede comer sin remordimientos y disfrutando bastante sin tener que pasar por la horca caudina del engrasamiento. Si ponemos unas rodajitas de butifarra aparte, complaceremos al sector de la familia más proclive al gocho, pero nuestra conciencia estará tranquila, les hemos dado opciones. Vamos a ello!

Ingredientes (para 2 ò 3 personas)

• 1 col rizada
• 3 patatas grandes
• 3 dientes de ajo pelados y cortados en láminas
• aceite de oliva virgen
• sal y pimienta
• perejil fresco picado, para adornar
• butifarra negra (absolutamente opcional)

Calentamos una olla con agua y sal.

Pelamos las patatas y las troceamos.

Quitamos las hojas exteriores de la col y las partes más duras. La cortamos (igual que una lechuga, pero en trozos anchos).

Cuando el agua comience a hervir, echamos las patatas. Cuando vuelva a arrancar el hervor dejamos que cuezan durante 7 minutos. Incorporamos la col y que hierva 10 minutos más.

Escurrimos bien las patatas y la col. Reservamos.

En una sartén amplia ponemos aceite, sólo que cubra el fondo. Calentamos y doramos ligeramente el ajo laminado. Añadimos las patatas y la col. Con un tenedor las vamos aplastando para deshacerlas, como si hiciéramos un puré en plan basto. Salpimentamos un poco.

En la misma sartén le damos forma como de tortilla, y con un plato le damos la vuelta, igual que a la tortilla de patata. Volvemos a ponerla en la sartén para que se tueste un poco el otro lado. Y ya está!

Si queremos animar el trinxat con butifarra negra, doramos un poco unas rodajas y las servimos aparte, así hay oportunidad de elegir con o sin grasita. Y para los que no quieren butifarra… les ponemos un poco de perejil picado por encima y sanseacabó.