Por estas fechas los blogs se llenan de recetas novedosas con pasteles y galletas con formas de bichos tenebrosos relacionados con la fiesta de Halloween, o sea lo que era Todos los Santos hace un tiempo… ahora la cosa va de zombies, payasos que dan cangueli, calabazas, brujas y todo aquello que da miedito. Ese mundillo puede que lo explore el año que viene. El blog aún no ha pasado la pantalla de los panellets típicos del terruño, asi que no voy a meterme en el jardín del más allá y las películas de miedo!
Los panellets de piñones son los únicos que gustan de verdad en casa, y si están hechos con la receta de la máster más máster de la cuina catalana, gustan más si cabe. He comentado más de una vez que en casa Carme Ruscalleda, siempre será «la Ruski»… y ojo, siempre nombrándola con veneración! Lo que si he puesto de mi parte es la forma de rebozar con los piñones, es técnica empírica… o sea, de ensayo error y a ver qué fórmula da mejor resultado. De momento la que os propondré es aceptable para impacientes.
Vamos allá! … bueno acá!
Ingredientes (para 30 ó 35 panellets)
- 500 gr de almendra molida (de buena calidad ayuda al resultado)
- 350 gr de azúcar
- 150 gr de agua
- 1 clara de huevo
- ralladura de medio limón
- 35o gr de piñones (nacionales, no poner nunca chinos!)
- 1 huevo batido
- 1 yema de huevo para pincelar
- papel de horno
- guantes de vinilo (muy pero que muy recomendables, ayudan bastante a la elaboración)
En un cazo ponemos el agua y el azúcar, con el fuego medio y cuando arranque a hervir, esperamos a que se haga almíbar, así como con textura de jarabe.
Añadimos la almendra molida y con una cuchara de madera removemos sin parar hasta que se mezcle bien y se desenganche de las paredes del cazo, nos llevará entre 3 y 5 minutillos lograrlo. Retiramos del fuego, incorporamos la ralladura de limón y lo dejamos enfriar.
Una vez frío, añadimos la clara de huevo ligeramente batida, removemos hasta que esté bien integrada. Dejamos reposar la masa en la nevera toda la noche.
A la mañana siguiente, y armándonos de una pequeña dosis de paciencia (y unos guantes de vinilo nos harán la tarea más llevadera) vamos cogiendo porciones de la masa, del tamaño de una nuez o más grande, eso a gusto de cada uno, y hacemos bolitas.
En una fuente con borde un poco alto, ponemos los piñones. Pasamos por huevo batido las bolitas y chorreando huevo las vamos colocando en la fuente de los piñones, conviene que los piñones se impregnen del huevo batido, revolvemos sin temor (insisto: guantes!). Esperamos a que el huevo se seque un poco, que se ponga todo pringoso, así los piñones no resultarán escurridizos. Y comenzamos a rebozar las bolitas con los piñones (vuelvo a insistir: guaaantes). Si los queremos completamente cubiertos de piñones, no os voy a engañar, no queda otra que ir rellenando con un poco de calma los huecos en los que falte, o sea… a piñón fijo! (…y con guannntes). Los colocamos en una bandeja de horno forrada con el papel y vamos precalentando el horno a 200º
Cuando los tengamos listos, los pincelamos con yema de huevo batida junto con unas 5 ò 6 gotitas de agua.
Los metemos en el horno a 200º hasta que se doren; en mi horno fueron 6 minutos, pero cada horno tiene su historia, así que… hay que vigilar.
Bien, pues ya tenemos panellets para dar y tomar y queda cerrado el expediente de Todos los Santos. El año que viene me actualizaré, entraré de lleno en Halloween… o no!
De todo lo necesario tengo los… guaaaaaaantes. O sea que puedo ponerme a ello 😀
besos!
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Mwuahahawha! veo que ha quedado bien recalcada la necesidad de los guantes!!! 😉
Bss:)
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Me quedo con todos los Santos, por Dios no hay color. Que bonitos y elegantes te han quedado , sin telas de araña, ni sangre, ni todas esas cosas tan feísimas de los yankies. Para mi, primero unos buenos Panellets y después para seguir con la dieta baja en calorías unos buñuelos de viento.
Sabes que estos pastelillos? eran los preferidos de mi madre?
Besos
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Demostración palpable de que tu señora madre tenía buen gusto. Los pastelitos con formas terroríficos no hacen ni media sombra a esos dulces!
Muchos besos!! 🙂 🙂
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En casa también somos de panallets de piñones y vale la pena gastarse un poco más en piñones de casa porque se nota la diferencia. Nunca he probado la receta de la «Ruski» pero igual este año me lanzo. Petons.
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Laura hay recetas que merecen unpequeño esfuerzo de inversión en producto de calidad… y una, sin duda, es la de los panellets ! Si la pruebas, verás que suben un punto cocinero 😉 Petonets 🙂
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Qué bueno, «la Ruski», me encanta, en casa es «La Carme», así en tono catalán/mallorquín que me gusta a mi esa mujer, y que me gustan los panellets pero aún no me atreví a hacerlos, aunque este año probaré galletas de jalowin, uff! a ver si me centro y regreso a la tradición. Besos
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Caty, no cabe duda que Dña. Carme Ruski es en muchas casa como la tieta que cocina de maravilla y comparte su sapiencia… de ahí las confianzas que nos tomamos los que ni siquiera la conocemos in person, aunque… no es tu caso, que me acuerdo del homenaje que te diste en San Pol, foto incluida con la Carme!!! … y los panellets siempre hay tiempo para hacerlos, aunque se pase el día señalado para ellos. 😉 Petonets 🙂
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