Tras los chaparrones otoñales, comienza la locura de octubre y sus correspondientes setas. Los cazadores de setas sacan su cuchillo especial y su cesto de mimbre, invaden el bosque con la esperanza de una buena cosecha de… lo que haya! Claro que siempre podemos rascarnos el bolsillo si preferimos… evitar el madrugón, el paseíto en coche hasta el bosque más cercano, la caminata con la cabeza baja, los ojos en modo cyborg detectando setas comestibles, los gritos de los compañeros cuando encuentran algo o porque se han torcido el tobillo intentando llegar a un lugar imposible y convierten la excursión en un rescate… y todo lo que queramos imaginar. A pesar de todo, buscar setas es divertido, aunque no encuentres ni una!
Ingredientes (para 4 personas)
- 12 salchichas frescas (ó 4 butifarras frescas)
- 250 gr de setas frescas (ó 100 gr de deshidratadas) variadas
- 1 cebolla tierna
- 1 puñadito de piñones
- 1 puñadito de pasas
- 1 cucharada rasa de harina
- 1 hoja de laurel
- 1 copa de «vi ranci» o vino blanco (160 gr)
- 1 ramita de tomillo
- aceite de oliva suave
- sal y pimienta
Limpiamos las setas con un papel de cocina, procurando que no quede nada de tierra (en el caso de utilizar setas secas, las hidratamos con agua caliente, las dejamos toda la noche en agua, así se recuperarán completamente).
Cortamos las salchichas o butifarras en trozos y la cebolla en láminas.
Ponemos los piñones en un cuenco y los cubrimos con agua durante 5 minutos. Los escurrimos y reservamos.
En una cazuela calentamos una cucharada de aceite, salteamos los trozos de salchicha hasta que se doren bien. Los sacamos y reservamos. En la misma cazuela, añadimos un poco de aceite y sofreímos la cebolla a fuego lento, dando unas vueltas para ir despegando la grasa que hayan dejado las salchichas.
Añadimos las setas (escurridas en el caso de las deshidratadas), los piñones, las pasas, el laurel y el tomillo. Salpimentamos todo. Removemos y subimos el fuego. Espolvoreamos la cucharada de harina, removemos con una cuchara de madera todo el conjunto, para que se mezcle bien y la harina se cocine un poco (un minuto será suficiente).
Vertemos por encima la copa de vino, aflojamos el fuego y removemos, comenzará a espesar. Dejamos que el alcohol se evapore. Si vemos que la salsa corre peligro, podemos añadir un poquito de agua, sin pasarse que ha de quedar una salsita espesa y un tanto escasa, lo importante son las setas y las salchichas!
Y hala! a disfrutar de la temporada de setas.
Yo soy más de comprarlas. Porque con mi falta de atención, no vería las setas ni aunque vinieran a saludarme; y porque no me fío un pelo de comer algo recogido por mis manitas sin que lo vea alguien que sepa si me llevará a una buena siesta, o al hospital corriendo xD
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Las setas siempre con la supervisión de un adulto!!! Mejor siesta que hospital;) 🙂
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A mi me encanta ir a buscarlas y si puede ser cerca de casa pero este año como no haga kilómetros me temo que nada de nada. Buena receta en casa con butifarras. Petons.
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Laura, parece que va a ser año de escasez de setas… aunque luego te las encuentras en el mercado y resulta que son de países del Este!
Con butifarra están delicious, pero cuando hay que darles un poco de «rebombori» a las salchichas… pues a esparracarlas! Petonets 🙂
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