Típica crema para que las criaturas coman verduras. Y cuándo ya no hay criaturas?
Buscando fórmulas que de verdad mejoren recetas habituales, como es el caso, sucede que al hacerlas te dejan con la sensación de haberte timado y no haber aportado esa mejoría que perseguías, pero… a veces das con una que sí, que te convence, que vale la pena. Con solo añadir un pasito más a la receta universal le damos un plus adulto a la tan manida crema de calabacín. Es una variación que ya no requiere que haya niños en casa para hacerla.
Ingredientes:
- 2 puerros, solo la parte blanca, troceados pequeños
- 2 calabacines, lavados y cortados en rodajas finitas
- 25 gr de mantequilla
- 10 cucharadas de aceite de oliva (un chorretón)
- 250 gr de nata para montar
- 1/2 litro de agua
- sal y pimienta
- 1 cucharadita de curri en polvo
- 1 cucharadita de comino (en polvo o en grano)
Para los currusquitos:
- 1 rebanada de pan de molde (o 2) cortada en cuadraditos
- un puñadito de avellanas (25 gr) trituradas
- una cucharadita de curri en polvo
- 1 cucharadita de comino (en polvo o en grano)
Empezamos. En una cazuela calentamos la mantequilla junto con el aceite.
Echamos primero los puerros, a fuego medio-bajo, que se pochen y se doren levemente. Ojo! vigilar que los muy «perros» tienden a quemarse en menos de lo que canta un gallo. .
Incorporamos las rodajas de calabacín, subimos el fuego, le damos unas vueltas y después lo aflojamos para que se vayan reblandeciendo. Salpimentamos. Si vemos que falta algo de aceite, podemos añadir un poco… sin pasarse.
Cuando todo lo anterior esté hecho, añadimos la nata, el curri y el comino. Removemos, que espese un poquito y entonces vertemos el agua y a fuego medio-bajo dejamos que hierva suave durante unos 20 minutos. A continuación trituramos todo con el brazo de la batidora, añadiendo un chorrito de aceite para darle algo de untuosidad. Para rematar la faena y dar el punto cocinero lo colamos y con la ayuda de un cucharón removemos para que pase el máximo de crema a través del colador; quedarán en él los restos fibrosos del puerro y el calabacín; los desechamos. Ya tenemos lista la crema.
Ahora los currusquitos.
En una sartén pequeña calentamos aceite suficiente para freír los cuadraditos de pan, los doramos, los sacamos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite y reservamos. En un cuenco mezclamos la avellana triturada con el curri y el comino. Rebozamos los currusquitos en esta mezcla y los dejamos listos para añadir a la crema en el momento de servir.
la crema lista para adultos… y niños que se atrevan a probarla.