Hacer un arroz blanco es un básico cocinil. Hacerlo en sartén es una opción para medir a la perfección la cantidad de agua que necesita el arroz para quedar hecho, pero suelto.

Usamos como medidor una taza de las que tengamos en casa.

Ingredientes

• 1 taza de arroz
• 2 tazas y media de agua
• 1 diente de ajo SIN pelar
• 1 guindilla fresca o una guindilla de Cayena seca
• 1 hoja pequeña de laurel (opcional)
• 5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
• sal y pimienta

En un cazo o en el hervidor de agua, calentamos el agua que vamos a necesitar y un poco más, por si acaso nos despistamos y se evapora al llevarla a ebullición.

En una sartén o cazuela ponemos a calentar el aceite junto con el diente de ajo, la guindilla y el laurel, a fuego suave, para ir perfumando el aceite. Con 3 minutitos es suficiente. Incorporamos el arroz,  salpimentamos, subimos el fuego y le damos unas cuantas vueltas para nacararlo.

Vertemos el agua hirviendo sobre el arroz, ponemos el fuego fuerte, que hierva a borbotones hasta que se consuma parte del agua y aparezca el arroz; en ese momento bajamos el fuego al mínimo y terminará de consumirse el agua que queda. Apagamos el fuego, echamos por encima un poco de aceite de oliva o incluso una mezcla de perejil y ajo picado mezclado con aceite y que repose un ratito.

Listo para acompañar a lo que se nos haya ocurrido.

Aquí con un poco de pil pil que sobró de un bacalao.