Tarta de queso, pastel de queso, cheesecake, llámalo como quieras. Ya sabemos que hay mil recetas de este clásico. La que más me gusta es la de una cocinera de renombre: Carme Ruscalleda. Es un pastel ligero, no lleva base de galletas, la elaboración es muy sencilla y el resultado es francamente bueno, o como dice nuestra querida «Ruski»: finíssim!
Le he cambiado alguna cosilla. No es que quiera enmendar la plana a una señora tan prestigiosa, pero no tenía paciencia para dejar una tarta en el horno durante dos horas y a 100º, que es como indica su receta. Ahora verás cómo lo he apañado… y sale estupenda!
Ingredientes (para 5 ó 6 personas)
- 100 gr. de mantequilla (en textura de pomada)
- 100 gr. de azúcar
- 500 gr. de queso fresco tipo Quark
- 50 gr. de harina de trigo
- 3 huevos (a temperatura ambiente)
- una vaina de vainilla
- la ralladura de 1 limón
- papel de horno para forrar el molde
para barnizar la superficie
- mermelada de frambuesa o de moras
Nos va a hacer falta un molde de unos 20 cm. de diámetro más o menos (si es desmoldable pues mejor, pero no es imprescindible).
Venga, vamos al tema.
En un bol mezclamos la mantequilla con el azúcar y la pulpa negra de la vaina de vainilla. Esto es superfácil si la mantequilla está blandita.
Ahora, añadimos los huevos, la ralladura de limón y la harina pasada por el cedazo (o sea, un colador).
Por último añadimos el queso fresco. Con las varillas de la batidora lo mezclamos todo bien. Ha de quedar una mezcla fina.
En el molde forrado con papel sulfurizado volcamos la mezcla. Lo metemos en el horno precalentado a 200º, en la parte media y lo dejamos 30 minutos. Vigilando, que cada horno tiene su personalidad. Es un pastel que sube mientras está dentro del horno. Cuando veamos que la parte de arriba se está dorando significará que ya está.
Al sacarlo del horno se nos bajará, no hemos de entrar en modo pánico, es así.
Cuando se haya enfriado un poco, lo desmoldamos y ya le podemos poner una capa de mermelada en la superficie.
Este pastel o tarta o como queramos llamarlo, es estupendo para rematar una comida o para una merienda o para comerlo a todas horas!
Si por casualidad nos queda algún trozo de pastel, podemos guardarlo en la nevera durante un par de días. Así alargaremos el disfrute.
Hola Marisa
Doy fe que está de muerte esta tarta, a ver cuando la volvemos a probar.
Un besazo
Lourdes
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Eyyy! que bueno verte por aquí! Y tanto que la volvemos a probar, pero no sólo esta si no las que que están por llegar. Genial que hayas sido tu la primera en hacer un comentario en el blog!
Besos y besos!
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Imagino que te pasa como a mi, Carme R. me encanta. Oírla hablar sobre cocina ya es un disfrute y sus recetas una pasada.
2 horas?, bueno yo tampoco tendría paciencia, o lo mismo sí, es cuestión de organizarse.
En 2 horas o en 30 minutos esta tarta me parece genial. Yo hacía una parecida con requesón.
Bss
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El caso es que en general, las recetas de esta mujer… salen redondas!
Besos 🙂 🙂
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La Ruski, esa maestra!
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