Para los muy tomateros, una vuelta de tuerca a las mil maneras de utilizar el tomate: en modo tarta. Marchando una tarta tomatera!
Ingredientes (para 4 ó 6 personas)
- 1 lámina de masa brisa (de Lidl)
- 2 cucharadas de mostaza de Dijon
- 200 gr. de queso Emmental en lonchas (o rallado)
- 3 tomates rojos, firmes y grandes
- sal y pimienta
- orégano (opcional)
- tomillo fresco para adornar (opcional)
- aceite de oliva virgen para aliñar
Un molde de 26 cm de diámetro y papel de horno nos vendrán muy bien para hacer esta tarte.
Estiramos un poco la masa brisa con un rodillo (ideal hacerlo poniendo papel de horno sobre la masa).
La colocamos en el molde, con el papel de horno debajo. Recortamos la masa sobrante de los bordes. Pasamos el dedo humedecido con agua por todo el borde, así la masa se fijará bien en el molde y no se caerá. Pinchamos con un tenedor toda la superficie y la reservamos en la nevera.
Vamos precalentando el horno a 200º, calor arriba y abajo.
Troceamos los tomates en forma de medias lunas y los salpimentáis. Reservamos.
Sacamos el molde de la nevera y comenzamos a elaborar el relleno:
Untamos toda la base con la mostaza de Dijon.
Colocamos el queso Emmental sobre la capa de mostaza.
Ponemos los tomates de la manera que más nos guste, les espolvoreamos el orégano y los rociamos con un hilillo de aceite de oliva.
Metemos la tarte en el horno ya precalentado a 200º durante 35 ó 40 minutos (vigilando los últimos minutos, que cada horno es un mundo!). Para el horneado pueden seguirse las instrucciones del fabricante de la masa brisa.
Para rematar adornamos con el tomillo fresco… y a comer!
Nota final: Esta tarte tiene otras posibilidades como podría ser variar el tipo de queso, con brie o camembert y también queda muy buena.