Lavoisier en su ley de la conservación de la materia, proponía que «la materia ni se crea ni se destruye, se transforma». Si tenemos unos boniatos inmóviles en la cocina, sin saber qué hacer con ellos… transformarlos!
Ingredientes
- 2 boniatos pequeños
- 125 gr de azúcar
- igual VOLUMEN de agua que de azúcar
- papel de aluminio
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Lavamos la piel de los boniatos, los envolvemos en papel de aluminio. Los ponemos en una bandeja de horno y los tenemos 30 minutos a 180º. Sacamos y comprobamos si están bien blanditos, si hace falta los dejamos un rato más en el horno, depende del tamaño necesitarán más o menos tiempo dentro.
Una vez asados, les retiramos la piel y aplastamos con un tenedor para dejarlos como un puré. Reservamos.
En un cazo mezclamos el agua y el azúcar, calentamos y hacemos un almíbar no muy espeso, el punto ideal es cuando metemos una cuchara de madera y al levantarla se queda una gota que parece costarle un poco el caer.
Entonces incorporamos el puré de boniato y empezamos a remover sin parar, con el fuego suave. Veremos como cada vez se va espesando, reduciendo su volumen y adquiriendo una textura de pomada firme. Llegado ese punto, retiramos del fuego y lo pasamos a un bote de cristal, dejamos enfriar, lo tapamos y lo guardamos en la nevera. Se conserva perfectamente hasta 2 semanas.

dulce de boniato acompañando a un queso scarmozza ahumado ha resultado muy muy bueno!
El boniato «transformado» es ideal para acompañar queso, para untar en tostadas… o comerlo directamente a cucharadas si eres un fan!
me parece una receta muy curiosa ya que nunca lo probé , tendre que ponerme manos a la obra.
besos crisylaura
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Si lo haces cuéntame qué te ha parecido! 🙂
Bss
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