Ibamos como sardinas en lata, típica expresión del apretujamiento en un espacio. Le damos la vuelta y lo convertimos en sardinas en expansión, un aperitivo  que no lleva excesiva preparación, que se prepara con antelación y que vuela (a pesar de ser sardinas!) en cuanto lo sacas a la mesa.

Ingredientes

• 1 lata de sardinas en aceite
• 12 tomatitos cherry
• aceite de oliva virgen extra
• tomillo fresco (o seco)
• sal y pimienta negra recién molida

Lavamos los tomatitos, los secamos  y los partimos por la mitad. Los ponemos en un cuenco y los salpimentamos. Los rociamos con un poco de aceite y reservamos.

Sacamos las sardinas de su lata, escurriendo el aceite. Las ponemos en un plato. Con un tenedor y un cuchillo afilado, las abrimos por la mitad para obtener 2 lomos; operación superfácil porque se abren casi solas, pero que requiere cierta delicadeza para no romperles el lomo.

Al abrirlas, dejan al descubierto la espina central, tripas y telillas negras en la parte opuesta a la cola. Las retiramos con cuidado y las desechamos.

Vamos colocando los lomos ya limpios en un plato. Con cuidadín.

—Para los que no han hecho esto nunca, lo más probable es que se os rompa alguna sardina… o todas. No pasa nada, no quedará una presentación «premium» pero el aperitivo triunfará.—

Colocamos los tomatitos a ambos lados del plato y aliñamos con aceite de oliva, en plan generoso.  Espolvoreamos la pimienta negra y el tomillo, al gusto. Lo tapamos y ya está listo el «aperi». Lo reservamos hasta la hora de sacarlo.

No olvidar tener pan calentito para mojar en el aceite!