Qué hacer cuando te han sobrado unas cuantas claras de huevo de una preparación anterior? Pues una bica branca de Laza.
Laza es un concello de Ourense, que ha hecho famosa esta bica branca, aparte de sus carnavales, los más antiguos de Galicia. Allí lo pasan la mar de bien con sus particulares peliqueiros con sus trajes caracteristicos, máscaras, cencerros en la cintura y látigos. Y por supuesto, haciendo bicas.
Advierto que sale un pedazo de bizcocho, por lo tanto, tendremos bica al menos para tres días. Su consistencia es firme, de un sabor fantástico y suave, en fín, una delicia.
Ingredientes
- 8 claras de huevo
- 350 gr. de harina normal
- 430 gr. de azúcar
- 375 ml. de nata para montar con 35,1% de materia grasa
- unas gotas de anís (opcional)
- mantequilla para engrasar el molde
- 4 cucharadas soperas de azúcar para la costra de la superficie
- papel de horno
Conviene utilizar un molde rectangular de 28×23 cm.
En primer lugar hay que preparar el molde. Lo untamos con mantequilla. El papel de horno, también untado por ambos lados, lo colocamos forrando el molde, que quede bien pegadito a las paredes. Al desmoldar la bica parece un sobao pasiego gigante!
Montamos la nata, para ello conviene que esté bien fría, así montará perfectamente. Lo hacemos con las varillas de la batidora. Una vez hecha esta operación, la metemos en la nevera y reservamos.
Ahora batimos las claras de huevo a punto de nieve, mientras las estamos montando vamos añadiendo el azúcar poco a poco, se irá formando un merengue firme y brillante.
Incorporamos la harina al merengue poco a poco, en tandas. Batimos a una velocidad más lenta, porque sino podemos correr el riesgo de esparcir la harina por toda la cocina y armar la de Dios! Aquí, sentido común.
Precalentamos el horno a 180º.
Sacamos la nata de la nevera y la echamos a la mezcla anterior, con una espátula o una cuchara de madera mezclamos, de forma envolvente. Echamos las gotitas de anís. Nos quedará una mezcla espesa.
La volcamos en el molde, la alisamos un poco. Repartimos las cucharadas de azúcar por la superfície, esto es lo que hará la costra dulce típica de la bica. No debemos racanear con el azúcar, si es necesario ponemos más.
Lo meteamos en el horno en la parte media, calor arriba y abajo, a 180º y durante 40 minutos. Para comprobar si la bica está lista, la pincháis con un palillo largo, si sale limpio es que ya está. Recordemos que cada horno tiene su personalidad. Apagamos el horno, la dejamos unos minutos dentro del horno apagado y con la puerta abierta.
Pasados esos minutos, la sacamos y dejamos que se enfríe sobre una rejilla. Nos será fácil porque se saca con papel y todo, no se lo quitaremos que se presenta así, con papel.
Le viene bien el reposo, o sea que al día siguiente estará óptima. No hay que mosquearse si la costra se cuartea, es así.
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