Tenía ganas de poner esta receta. Es de las que no fallaban en casa. El libro «Confitería y Repostería» de María Mestayer de Echagüe –Marquesa de Parabere, como se hacía llamar- y publicado por primera vez en 1930, hizo que más de una mami triunfara haciendo bizcochos. En la época de nuestras madres era un libro de referencia, no sólo el de repostería, el de «La Cocina Completa» tenía un aura de biblia culinaria, y la verdad es que tiene algunas recetas bien buenas.
Es un bizcocho muy potente, en cuanto veas los ingredientes lo entenderás. Una pequeña bomba calórica pero irresistible. He hecho la primera fórmula del libro.
Necesitaremos un molde de 30×12 cm. como para plum-cake, aunque también podemos usar uno redondo. Eso va a gustos.
Ingredientes
- 125 gr. de almendra molida
- 125 gr. de azúcar
- 9 yemas de huevo
- 2 claras de huevo
- l limón
- una cucharadita de mantequilla
- azúcar glas para espolvorear
Nos sobrarán 7 claras de huevo, no las tiraremos que se pueden aprovechar para hacer esto
Antes de ponernos al lío, es recomendable empezar engrasando el molde y ponerlo en la nevera, así cuando volquemos la mezcla que vamos a preparar estará frío y eso nos ayudará a evitar que la parte inferior y los laterales de la colineta se tuesten más de la cuenta. Este sistema vale para todo tipo de bizcochos y no diré que es infalible, pero casi.
Ponemos las yemas de huevo en un bol y con las varillas de la batidora las batimos durante un buen rato, hasta conseguir que las yemas tengan una textura espesa y esponjosa, con un color amarillo clarito. Casi 13 minutos estuve con el aparato batiendo. Si lo hacemos con el batidor de varillas manual, probablemente lleve más tiempo en cuyo caso hay que estar en forma porque tanto esfuerzo requiere energía.
Ahora, añadimos el azúcar, mezclamos un poco e inmediatamente incorporamos la almendra molida y batimos con las varillas vigorosamente durante casi media hora. Ojo! si lo hacemos con las varillas de la batidora, con cuidadín, porque la almendra puede salir disparada por toda la cocina.
Recomendación: empezar con las manuales y cuando tengamos la almendra un poco integrada con las yemas y el azúcar, entonces ya podemos usar las varillas de la batidora. Tardaremos unos 20 minutos de hacerlo así.
Rallamos la corteza del limón. Ahora, batimos las 2 claras de huevo a punto de nieve, que se nos queden firmes. Las incorporamos a la mezcla anterior junto con la ralladura de limón. Lo batimos con las varillas o con una espátula, ésta vez a mano, nada de máquinas, a la antigua! Que se mezcle todo bien. No debemos preocuparnos si las claras bajan un poco.
Precalentamos el horno a 180º.
Volcamos la mezcla dentro del molde que ya tenemos frío y engrasado y lo metemos en la parte baja del horno, calor arriba y abajo (y aire, si el horno tiene esa opción) a 180º durante 30 minutos.
Para asegurar que la colineta está bien horneada, antes de sacarla la pinchamos con un palillo largo y si sale limpio, ya estará lista. Recordemos que cada horno tiene su personalidad, así pues tendremos que hacer la comprobación pertinente antes de sacarla del horno.
La sacamos, dejamos que se enfríe. La desmoldamos metiendo un cuchillo o espátula por los bordes del molde para despegar un poco, espolvoreamos por encima el azúcar glas.
Es un bizcocho que dura varios días sin perder cualidades, lo que significa unas cuantas merendolas de lujo.